La Chirimoya, además de ser un coadyuvante en tratamientos de cáncer de pulmón, hígado, colon, páncreas, riñón y estómago, también es Antibacteriano, Antiparasitario, Antiespasmódico, Astringente, Febrífugo, Hipotenso, Sedativo, Estomacal y Vasodilatador.
Con sus hojas se elaboran infusiones que ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre. Hervir, durante 10 minutos, un manojo de hojas en un litro de agua. Retirar del fuego y dejar refrescar. Colar y tomar por tazas durante el día.
También está indicado para calmar calambres y espasmos.
Altura aproximada 50cm